Son muchos los que ya han pasado por un catarro, una gripe o un simple resfriado. Todos sabemos lo incómodo que resulta, y evitarlo muchas veces está a nuestro alcance. Basta cuidar la alimentación para incrementar nuestras defensas y hacernos más fuertes para resistir a cualquier ataque vírico. Ya lo decía Hipócrates en el siglo V a. C: “Que tu alimentación sea tu medicina, y tu medicina, tu alimento”.

Kiwi
El kiwi aporta más del doble de vitamina C que la naranja (favorece la absorción de hierro) y cubre de sobra las necesidades diarias de ésta, tanto en el caso de adultos como de niños. Esta vitamina es antioxidante, lo que significa que estimula el sistema inmunitario para prevenir posibles infecciones como resfriados y gripes.

Ajo crudo
El ajo es el antibiótico natural más famoso del supermercado. Es preventivo y también curativo. Incrementa las defensas y mejora la respuesta del organismo ante el ataque de virus y bacterias. Además, sirve para tratar infecciones respiratorias y plantarle cara a la tos. Sus propiedades mucolíticas ayudan a expulsar los mocos en procesos gripales y catarrales. Sobran las razones para comerlo cada semana y no deberíamos encontrar en su fuerte olor una excusa para evitarlo. Hay remedios naturales para contraatacar el mal aliento que genera (tomarse un zumo hecho solo de limón después de comerlo o masticar hojas de perejil) y también se puede recurrir a las cápsulas de ajo porque tienen las mismas propiedades que el alimento.

Frutos secos
Olvídate de la mala fama que les rodea y de su elevado aporte calórico. Las grandes dosis de energía en invierno están justificadas porque es la forma de mantener la temperatura corporal. Aunque tampoco se trata de abusar.
Nueces, avellanas, almendras, pistachos o pipas de calabaza son los más sanos de la lista. 50-60 gramos diarios es mas que suficiente.

Miel
No es ninguna novedad que la miel no debería faltar en nuestras despensas en invierno. Porque no sólo tiene un poder curativo (un estudio publicado en 2007 en la revista médica Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine descubrió que es incluso mejor antitusivo que el dextrometorfano, un principio activo que contienen los jarabes para calmar la tos), sino que es también preventivo, ya que ayuda a incrementar las defensas. Con una cucharada por la mañana junto con un zumo naranja o vaso de leche mas que suficiente

Yogures
No previene, pero sí es fundamental incluirlo en la dieta cuando, en caso de enfermedad, el médico recomienda el uso de antibióticos. Estos destruyen la flora intestinal que hay que regenerar, y para ello es beneficioso el consumo diario de estos lácteos. Si queremos evitar que la gripe termine con dolor de estómago tendríamos que comer un yogur por cada día de tratamiento

Calabaza
Es uno de los alimentos más beneficiosos para mejorar nuestras defensas, a la vez que uno de los más olvidados en la lista de la compra. La calabaza tiene una elevada presencia de beta-caroteno que, tras ser absorbido por el organismo, se transforma en vitamina A. Ésta es beneficiosa para el sistema inmune, ya que refuerza las defensas y ayuda a prevenir enfermedades, especialmente del aparato respiratorio. Basta tomar un día a la semana, ya sea en forma de crema, al horno o con arroz, para mejorar las defensas. También es recomendable en caso de resfriados ya que ayuda a eliminar la mucosidad en bronquios, pulmones y garganta.

Estos alimentos acompañado de una buena hidratación diaria ayudará a tu bienestar.