
Existen alimentos que sedan, otros que protegen el sistema nervioso y otros que pueden estimular el “buen ánimo”. Conoce un breve resumen de los alimentos más recomendados en cada caso y sus activos naturales más destacados.
Alimentos sedantes naturales
Te resumimos los nutrientes relajantes: triptófano, calcio, magnesio, Vitaminas B1 y B6.
Alimentos con propiedades calmantes son: ajo, anís, azúcar, cáscara de limón verde, cáscara de naranja, cebolla, clavos, comino, germen de trigo, frutos secos, alimentos integrales, hinojo, jengibre, mejorana, menta verde, miel, perejil, salvia, semillas de apio, té (descafeinado).
Hierbas en infusiones como: valeriana, manzanilla, hierba de san juan o hipérico, pueden ser ayudas muy útiles.
Es bueno destacar que casi todos los alimentos ricos en carbohidratos azúcar y almidones producen efectos sedantes a la mayoría de las personas.
Alimentos que protegen sistema nervioso
La quercetina, un tipo de flavonoide o colorante natural de algunos alimentos que protege a las células cerebrales de los radicales libres. También es conocido como un fuerte antiinflamatorio. Muy importante para mantener un cerebro sano, ya que la depresión está vinculada con la inflamación crónica de bajo grado.
Alimentos ricos en quercetina: Miel, cebolla, brócoli y manzanas.
Alimentos que nos ponen felices
El cuerpo humano produce serotonina y endorfinas por sí mismo, pero su producción natural se estimula con nutrientes que se absorben a partir de lo que comemos. Uno de los principales es el triptófano, un aminoácido vital para la producción de serotonina.
Alimentos con alto triptófano: Legumbres, nueces, pescado, carne magra y queso.
Sin embargo, el cerebro absorbe triptófano solo cuando se combina con carbohidratos, que son convertidos en azúcar en el intestino. Cuando sube el azúcar en sangre estimula la producción de insulina, y la insulina a su vez hace que las neuronas del cerebro sean receptivas al triptófano.
Por eso, cuando estamos decaídos el cuerpo nos impulsa o nos da antojo de consumir alimentos “estimulantes” como carbohidratos: pizza, chocolate… ¡Pero no es la manera! Esto puede levantar nuestro estado de ánimo por un breve plazo.
A largo plazo, es fundamental organizar de forma sistemática nuestra ingesta nutricional para mantener constante el nivel de azúcar en sangre, mantenernos de buen humor y no subir de peso en exceso. Equilibrar la comida, mezclar y variar los alimentos. Es la clave.