
Mediterranean health noticias:
Espirulina, producto estrella 2017?
Cada año es muy habitual que saquen al mercado nuevos productos o alimentos “milagro” atribuyéndolos numerosos beneficios para la salud de los cuales en muchos casos se comprobó que no es del todo cierto como se decía y con el único objetivo de aumentar sus ventas, este año se habla mucho sobre la espirulina, ¿pero es todo cierto lo que se dice sobre las propiedades beneficiosas de esta?
La espirulina es un alga verdeazulada que se ha comercializado como suplemento nutricional para la modulación de la función inmune y para la terapia de varias enfermedades. Los informes de su uso datan desde la década de 1940, cuando el fisiólogo francés Dangeard señaló que el material denominado dihe o die se consumía en forma generalizada por parte de la población nativa de Chad, en Africa Central. Las matas de algas microscópicas que flotaban en la superficie de los lagos se recolectaban y secaban al sol en la orilla. Sin procesamiento adicional, el material endurecido se partía en fragmentos para su venta en los mercados locales. Dangeard reconoció en una muestra de dihe un alga azulada filamentosa, de forma espiralada, denominada Arthrospira (Spirulina) platensis. Al mismo tiempo, cerca de la Ciudad de México, a 10 000 km de Chad, un grupo francés investigó otras especies de Spirulina (S. máxima, S. geitleri), de uso histórico en la región. En la actualidad, estas dos especies se usan esencialmente para la producción de suplementos nutricionales, cuyo nombre común es espirulina, la cual se cultiva con métodos sintéticos en muchos países.
Aunque las características nutricionales de la espirulina llamaron la atención en una primera etapa, en los estudios posteriores se presentaron beneficios terapéuticos adicionales para diferentes afecciones. Además de su valor nutricional, la espirulina también tiene efectos beneficiosos antioxidantes, antibacterianos, antitumorales, antiinflamatorios, antialérgicos y antidiabéticos. Más recientemente, algunas evaluaciones preclínicas han sugerido un potencial terapéutico en la reducción del colesterol, la inmunomodulación y efectos antimutagénicos y antivirales. Esta plétora de efectos beneficiosos se debe a sus componentes, que incluyen proteínas de alta calidad, minerales (hierro, cinc, magnesio, etc.), el ácido graso esencial gamma-linoleico, carotenoides, vitaminas (C, B12, E) y una cantidad de potenciales fármacos. Además, puede enriquecerse durante el cultivo con oligoelementos, como hierro, yodo, selenio, cinc, cobre, manganeso y cromo. En la actualidad, la espirulina se comercializa en el mercado en forma líquida, en tabletas o en copos. La dosis de espirulina para las diversas enfermedades no se ha definido, pero en los estudios con seres humanos se encuentra típicamente entre 1 y 5 gramos diarios. Se ha evaluado previamente el potencial valor de este producto en las siguientes enfermedades:
Dislipidemia y la diabetes.
El efecto hipolipemiante de la espirulina se atribuye a una proteína denominada ficocianina C, la cual tiene propiedades antioxidantes. Se trata de una ficobiliproteína principal, rica en cisteína. Se evaluó el efecto hipolipemiante de la espirulina (4.5 g diarios durante 6 semanas) en 36 personas. En los resultados se indicó que la espirulina redujo directamente los niveles de triacilglicerol (TAG) y de lipoproteínas de baja densidad (LDL). El colesterol total descendió y la concentración de lipoproteínas de alta densidad (HDL) se incrementó en relación con los niveles de TAG. La glucemia no se modificó, pero tanto la presión arterial sistólica como la diastólica se redujeron después del consumo de S. maxima. En un estudio controlado y aleatorizado con 25 pacientes con diabetes tipo 2 se demostró que, después de consumir espirulina durante 2 meses, se redujeron los niveles de glucemia, triglicéridos, colesterol total y LDL. Se incrementó la concentración de HDL y disminuyeron los niveles de hemoglobina glucosilada (HbA1c), como indicador de control exitoso de la diabetes a largo plazo. En otras experiencias se demostró que la espirulina evitó la formación de esteatosis hepática en la diabetes y posiblemente redujo la disfunción de las células beta inducida por glucotoxicidad.
Rinitis alérgica
En un estudio experimental, la espirulina fue eficaz para reducir la inflamación de la mucosa nasal y los niveles séricos de histamina e IgE. Para evaluar la eficacia y la tolerabilidad de la espirulina en pacientes con rinitis alérgica, se llevó a cabo un estudio previo, a doble ciego y controlado con placebo, con 150 voluntarios 2000 mg/día. En este ensayo de adecuado diseño se observó que el consumo de espirulina mejoró significativamente los síntomas y los signos, incluidos la rinorrea, los estornudos, la congestión nasal y el prurito, en comparación con el placebo.
Actividad inmunomoduladora y antiviral
En modelos experimentales, los efectos de la espirulina sobre el sistema inmunitario incluyen un aumento de las respuestas específicas de IgG, la estimulación de la respuesta de tipo Th-1, potenciación de la inmunidad celular, incremento de la secreción de IFN-gamma e IL-2, mayor actividad fagocítica de los macrófagos y aumento de la actividad de la óxido nítrico sintasa y de los linfocitos natural killer (NK).En un estudio más reciente se demostraron efectos inmunosupresores in vitro e in vivo para S. fusiformis. El efecto modulador del sistema inmunitario se relaciona con acciones antivirales y antitumorales. El efecto antiviral de la espirulina se debe al espirulán cálcico, un polisacárido sulfatado aislado del alga. Este componente actúa como un potente inhibidor de algunos virus con cápsula, como los virus herpes simple tipo 1 y tipo 2, el citomegalovirus humano, el VIH-1 y los virus del sarampión, la parotiditis y la influenza A. No sólo son afectados los primeros pasos del ciclo del virus (absorción y penetración), sino que se inhiben etapas posteriores, como la replicación.
Actividad antitumoral
En algunas experiencias se evaluó el potencial efecto antitumoral de la espirulina. En el primer estudio in vivo se demostró que la espirulina reduce la incidencia de cáncer hepático inducido por dibutilnitrosamina. En ausencia de espirulina, la inducción con dibutilnitrosamina produjo cáncer hepático en el 80% de las ratas, pero la incidencia disminuyó al 20% con el suplemento con espirulina. Este producto redujo la expresión de p53 y PCNA, con inhibición de la proliferación celular e inducción de apoptosis. Estos hallazgos fueron respaldados por un estudio reciente en el que se indicó que S. platensis enriquecida con selenio inhibió el crecimiento de células tumorales mamarias humanas e impulsó un proceso de apoptosis que resultó en la activación de la caspasas 8 y 9. En un ensayo más reciente se señaló que la espirulina activaba la actividad citotóxica de los linfocitos NK, mientras que sus efectos antitumorales eran sinérgicos con los de la guanidina bicíclica de la pared esquelética. Se demostró también la inducción de la apoptosis en células de carcinoma hepatocelular resistentes a la doxorrubicina y en la línea celular K562 de la leucemia mieloide crónica humana. En estudios experimentales también se señaló que la espirulina tiene un efecto protector sobre la nefrotoxicidad inducida por el cisplatino y la cardiotoxicidad asociada con la doxorrubicina. Se demostró que el consumo de espirulina se asoció con la regresión completa de lesiones precancerosas de la mucosa oral. En una evaluación de 87 pacientes, la regresión completa fue significativamente más frecuente en el grupo tratado que en el grupo de control (45% contra 3%)
Estudios de toxicidad y efectos adversos
En la actualidad, la espirulina se clasifica como “generalmente reconocida como segura” por la FDA.En principio, aun con el consumo de altas dosis en modelos con animales, no se observó toxicidad aguda, subaguda o crónica. En estos experimentos, el alga no afectó la fertilidad o la duración de la gestación y no provocó mutagénesis, teratogénesis o lesiones orgánicas o corporales.Sin embargo, se informó que su uso en seres humanos puede causar efectos no deseados. Estas reacciones incluyen cefalea, fenómenos vasomotores, sudoración, mialgias, dificultades para la concentración, rabdomiólisis aguda,una alteración ampollar inmunológica mixta con parámetros de penfigoide ampollar, pénfigo foliáceo y hepatotoxicidad. Las propiedades inmunomoduladoras de la espirulina podrían desencadenar la activación de autoinmunidad y la exacerbación de enfermedades au
Mediterranean health noticias:
Espirulina, producto estrella 2017?
Cada año es muy habitual que saquen al mercado nuevos productos o alimentos “milagro” atribuyéndolos numerosos beneficios para la salud de los cuales en muchos casos se comprobó que no es del todo cierto como se decía y con el único objetivo de aumentar sus ventas, este año se habla mucho sobre la espirulina, ¿pero es todo cierto lo que se dice sobre las propiedades beneficiosas de esta?
La espirulina es un alga verdeazulada que se ha comercializado como suplemento nutricional para la modulación de la función inmune y para la terapia de varias enfermedades. Los informes de su uso datan desde la década de 1940, cuando el fisiólogo francés Dangeard señaló que el material denominado dihe o die se consumía en forma generalizada por parte de la población nativa de Chad, en Africa Central. Las matas de algas microscópicas que flotaban en la superficie de los lagos se recolectaban y secaban al sol en la orilla. Sin procesamiento adicional, el material endurecido se partía en fragmentos para su venta en los mercados locales. Dangeard reconoció en una muestra de dihe un alga azulada filamentosa, de forma espiralada, denominada Arthrospira (Spirulina) platensis. Al mismo tiempo, cerca de la Ciudad de México, a 10 000 km de Chad, un grupo francés investigó otras especies de Spirulina (S. máxima, S. geitleri), de uso histórico en la región. En la actualidad, estas dos especies se usan esencialmente para la producción de suplementos nutricionales, cuyo nombre común es espirulina, la cual se cultiva con métodos sintéticos en muchos países.
Aunque las características nutricionales de la espirulina llamaron la atención en una primera etapa, en los estudios posteriores se presentaron beneficios terapéuticos adicionales para diferentes afecciones. Además de su valor nutricional, la espirulina también tiene efectos beneficiosos antioxidantes, antibacterianos, antitumorales, antiinflamatorios, antialérgicos y antidiabéticos. Más recientemente, algunas evaluaciones preclínicas han sugerido un potencial terapéutico en la reducción del colesterol, la inmunomodulación y efectos antimutagénicos y antivirales. Esta plétora de efectos beneficiosos se debe a sus componentes, que incluyen proteínas de alta calidad, minerales (hierro, cinc, magnesio, etc.), el ácido graso esencial gamma-linoleico, carotenoides, vitaminas (C, B12, E) y una cantidad de potenciales fármacos. Además, puede enriquecerse durante el cultivo con oligoelementos, como hierro, yodo, selenio, cinc, cobre, manganeso y cromo. En la actualidad, la espirulina se comercializa en el mercado en forma líquida, en tabletas o en copos. La dosis de espirulina para las diversas enfermedades no se ha definido, pero en los estudios con seres humanos se encuentra típicamente entre 1 y 5 gramos diarios. Se ha evaluado previamente el potencial valor de este producto en las siguientes enfermedades:
Dislipidemia y la diabetes.
El efecto hipolipemiante de la espirulina se atribuye a una proteína denominada ficocianina C, la cual tiene propiedades antioxidantes. Se trata de una ficobiliproteína principal, rica en cisteína. Se evaluó el efecto hipolipemiante de la espirulina (4.5 g diarios durante 6 semanas) en 36 personas. En los resultados se indicó que la espirulina redujo directamente los niveles de triacilglicerol (TAG) y de lipoproteínas de baja densidad (LDL). El colesterol total descendió y la concentración de lipoproteínas de alta densidad (HDL) se incrementó en relación con los niveles de TAG. La glucemia no se modificó, pero tanto la presión arterial sistólica como la diastólica se redujeron después del consumo de S. maxima. En un estudio controlado y aleatorizado con 25 pacientes con diabetes tipo 2 se demostró que, después de consumir espirulina durante 2 meses, se redujeron los niveles de glucemia, triglicéridos, colesterol total y LDL. Se incrementó la concentración de HDL y disminuyeron los niveles de hemoglobina glucosilada (HbA1c), como indicador de control exitoso de la diabetes a largo plazo. En otras experiencias se demostró que la espirulina evitó la formación de esteatosis hepática en la diabetes y posiblemente redujo la disfunción de las células beta inducida por glucotoxicidad.
Rinitis alérgica
En un estudio experimental, la espirulina fue eficaz para reducir la inflamación de la mucosa nasal y los niveles séricos de histamina e IgE. Para evaluar la eficacia y la tolerabilidad de la espirulina en pacientes con rinitis alérgica, se llevó a cabo un estudio previo, a doble ciego y controlado con placebo, con 150 voluntarios 2000 mg/día. En este ensayo de adecuado diseño se observó que el consumo de espirulina mejoró significativamente los síntomas y los signos, incluidos la rinorrea, los estornudos, la congestión nasal y el prurito, en comparación con el placebo.
Actividad inmunomoduladora y antiviral
En modelos experimentales, los efectos de la espirulina sobre el sistema inmunitario incluyen un aumento de las respuestas específicas de IgG, la estimulación de la respuesta de tipo Th-1, potenciación de la inmunidad celular, incremento de la secreción de IFN-gamma e IL-2, mayor actividad fagocítica de los macrófagos y aumento de la actividad de la óxido nítrico sintasa y de los linfocitos natural killer (NK).En un estudio más reciente se demostraron efectos inmunosupresores in vitro e in vivo para S. fusiformis. El efecto modulador del sistema inmunitario se relaciona con acciones antivirales y antitumorales. El efecto antiviral de la espirulina se debe al espirulán cálcico, un polisacárido sulfatado aislado del alga. Este componente actúa como un potente inhibidor de algunos virus con cápsula, como los virus herpes simple tipo 1 y tipo 2, el citomegalovirus humano, el VIH-1 y los virus del sarampión, la parotiditis y la influenza A. No sólo son afectados los primeros pasos del ciclo del virus (absorción y penetración), sino que se inhiben etapas posteriores, como la replicación.
Actividad antitumoral
En algunas experiencias se evaluó el potencial efecto antitumoral de la espirulina. En el primer estudio in vivo se demostró que la espirulina reduce la incidencia de cáncer hepático inducido por dibutilnitrosamina. En ausencia de espirulina, la inducción con dibutilnitrosamina produjo cáncer hepático en el 80% de las ratas, pero la incidencia disminuyó al 20% con el suplemento con espirulina. Este producto redujo la expresión de p53 y PCNA, con inhibición de la proliferación celular e inducción de apoptosis. Estos hallazgos fueron respaldados por un estudio reciente en el que se indicó que S. platensis enriquecida con selenio inhibió el crecimiento de células tumorales mamarias humanas e impulsó un proceso de apoptosis que resultó en la activación de la caspasas 8 y 9. En un ensayo más reciente se señaló que la espirulina activaba la actividad citotóxica de los linfocitos NK, mientras que sus efectos antitumorales eran sinérgicos con los de la guanidina bicíclica de la pared esquelética. Se demostró también la inducción de la apoptosis en células de carcinoma hepatocelular resistentes a la doxorrubicina y en la línea celular K562 de la leucemia mieloide crónica humana. En estudios experimentales también se señaló que la espirulina tiene un efecto protector sobre la nefrotoxicidad inducida por el cisplatino y la cardiotoxicidad asociada con la doxorrubicina. Se demostró que el consumo de espirulina se asoció con la regresión completa de lesiones precancerosas de la mucosa oral. En una evaluación de 87 pacientes, la regresión completa fue significativamente más frecuente en el grupo tratado que en el grupo de control (45% contra 3%)
Estudios de toxicidad y efectos adversos
En la actualidad, la espirulina se clasifica como “generalmente reconocida como segura” por la FDA.En principio, aun con el consumo de altas dosis en modelos con animales, no se observó toxicidad aguda, subaguda o crónica. En estos experimentos, el alga no afectó la fertilidad o la duración de la gestación y no provocó mutagénesis, teratogénesis o lesiones orgánicas o corporales.Sin embargo, se informó que su uso en seres humanos puede causar efectos no deseados. Estas reacciones incluyen cefalea, fenómenos vasomotores, sudoración, mialgias, dificultades para la concentración, rabdomiólisis aguda,una alteración ampollar inmunológica mixta con parámetros de penfigoide ampollar, pénfigo foliáceo y hepatotoxicidad. Las propiedades inmunomoduladoras de la espirulina podrían desencadenar la activación de autoinmunidad y la exacerbación de enfermedades autoinmunitarias (agudización de pénfigo vulgar y dermatomiositis) La espirulina produce también un aminoácido no esencial (beta-N-metilamino-L-alanina [BMAA]) que es neurotóxico. El BMAA se ha asociado con procesos neurodegenerativos
En resumen y de acuerdo con los datos disponibles, la espirulina tiene algunos efectos terapéuticos agregados a su valor nutricional pero mi recomendación es no abusar y siempre con un control ya que no existe los productos milagro, la clave para una nutrición saludable es una dieta variada y equilibrada
toinmunitarias (agudización de pénfigo vulgar y dermatomiositis) La espirulina produce también un aminoácido no esencial (beta-N-metilamino-L-alanina [BMAA]) que es neurotóxico. El BMAA se ha asociado con procesos neurodegenerativos
En resumen y de acuerdo con los datos disponibles, la espirulina tiene algunos efectos terapéuticos agregados a su valor nutricional pero mi recomendación es no abusar y siempre con un control ya que no existe los productos milagro, la clave para una nutrición saludable es una dieta variada y equilibrada